Descripción
El Colgante cruz de Caravaca de acero es uno de los amuletos más antiguos y con mayor poder de protección, para que nos proteja del mal de ojo y de los maleficios. Protege la economía familiar y brinda prosperidad. Más allá de ser un símbolo religioso, la Cruz de Caravaca es una gran protectora.
COLGANTE CRUZ DE CARAVACA
Las dos figuras que sostienen la cruz son realmente dos arcángeles: San Miguel Arcángel y San Gabriel Arcángel. Es gracias a estos dos arcángeles por lo que la cruz emana un gran poder de protección.
La Cruz de Caravaca es conocida mundialmente por su gran poder de protección, contra todo tipo de males. Protectora del hogar y sus habitantes, rechaza las malas energías y los daños. Protege la economía y brinda prosperidad. Es una gran catalizadora de energía.
Según cuentan, la Cruz de Caravaca estuvo en posesión del patriarca de Jerusalén. El relicario apareció en Caravaca cuando un clérigo, en épocas de Al-Andalus, fue a dar misa, pero solicitó un crucifijo para poder darla.
Entonces aparecieron dos ángeles para entregársela. Años más tarde, Murcia fue tomada por los cristianos, quedando bajo el reinado de Fernando III. La cruz pasó a formar a parte de las banderas que portaban los que luchaban contra los musulmanes.
La cruz original fue robada en 1934, y nunca se supo más de ella. Tras la Guerra Civil, el papa Pío XII entregó a Caravaca un nuevo Lignum crucis, que es la que se puede encontrar ahora en el templo.
Pese a ser algo único de esta región, la Cruz de Caravaca es un símbolo muy importante en el cristianismo. No solo en Europa, sino que en Sudamérica se usa en la santería y el vudú. Sobre todo como método para llevar a cabo los rituales.
Colgante cruz de Caravaca de acero