Colgante flor de la vida rosado

12,00

Los beneficios del Colgante flor de la vida rosado son propios para cada uno. Dado que permite a cada uno encontrar su propio equilibrio energético, físico y emocional, descubrirás su acción utilizándolo…..

2 disponibles

Añadir a lista Comparar

Descripción

Los beneficios del Colgante flor de la vida rosado en acero bizantino son propios para cada uno. Dado que permite a cada uno encontrar su propio equilibrio energético, físico y emocional, descubrirás su acción utilizándolo. Al colocar la flor de la vida en un lugar propicio para la mediación y la reflexión personal, se pueden sentir vibraciones y una atmósfera tranquilizadora. Podemos sentirnos tranquilos, descansados; podemos hacer desaparecer todas las energías negativas, el estrés y las preocupaciones que se acumulan en nuestra vida cotidiana.

La flor de la vida emite ondas fuertes y estables, que permiten expresarse y difundirse. Difunde energía que contribuye a la armonización del entorno. Además, la flor de la vida tiene las virtudes de la regeneración, el equilibrio, el dinamismo y la protección.

La flor de la vida es un símbolo sagrado ampliamente considerado en muchas culturas diferentes. Es la base de la geometría sagrada. Su diseño circular consiste en 13 círculos, cada uno representando la forma de un globo. La flor de la vida contiene otros dos símbolos sagrados como la semilla de la vida y el huevo de la vida, mientras que al mismo tiempo de ella se derivan otras dos formas como el fruto de la vida y el cubo de Metratón.

Desde la antigua época, la flor de la vida ha sido un símbolo icónico. La gente utiliza la geometría sagrada de la flor de la vida para promover el bienestar y la salud, y para meditar de diferentes formas. Su importancia es conocida tanto en las tradiciones oriental como occidental.

La Geometría Sagrada es un lenguaje simbólico en el que las palabras se sustituyen por imágenes. Según esta teoría, el funcionamiento del universo puede explicarse mediante el uso de formas geométricas.
Por eso, la flor de la vida está formada por 19 círculos, rodeados por 2 más grandes, de los que surgen otros patrones. Los primeros 7 círculos se denominan la semilla de la vida y juntos forman un patrón de cuadrícula que puede utilizarse como base para, por ejemplo, una estratificación del Triángulo de Oro. La flor suele representarse plana.

También te recomendamos…

WhatsApp
¿En que podemos ayudarte?