Descripción
La celebración del Inmaculado Corazón de María es uno de los días más especiales en la iglesia católica, la cual es una devoción para conmemorar la vida de la Virgen María y su amor maternal por Jesús y todos los hombres.
El fundamento para esta celebración está basado en que el corazón de María intercede -con su amor maternal- por todos los humanos que el propio Jesús le confío antes de morir. Por esta razón su Inmaculado Corazón es venerado y se le solicita su ayuda durante el camino que lleva hacia su hijo.
La Fiesta del Inmaculado Corazón de María se celebra un día después de la festividad del Sagrado Corazón de Jesús (viernes) y la iglesia católica decidió hacer ambas celebraciones en días consecutivos para señalar que los corazones de madre e hijo son inseparables.
La historia del Inmaculado Corazón de María
La historia de la devoción del Inmaculado Corazón se inicia en el siglo XVII, como consecuencia del movimiento espiritual que procedía de San Juan Eudes.
Más adelante, en diciembre del año 1925 la Virgen Santísima se le apareció a Lucía Martos, vidente de Fátima, y le prometió asistir a la hora de la muerte, con las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en los primeros sábados de cinco meses consecutivos, se confesasen, recibieran la Sagrada Comunión, rezasen una tercera parte del Rosario, con la intención de darle reparación.
María, Madre de Jesús y nuestra, nos señala hoy su Inmaculado Corazón. Un corazón que arde de amor divino, que rodeado de rosas blancas nos muestra su pureza total y que atravesado por una espada nos invita a vivir el sendero del dolor-alegría.
La Fiesta de su Inmaculado Corazón nos remite de manera directa y misteriosa al Sagrado Corazón de Jesús. Y es que en María todo nos dirige a su Hijo. Los Corazones de Jesús y María están maravillosamente unidos en el tiempo y la eternidad
Medida: 20 cm