Descripción
Polvo Esotérico San Cristóbal especial para proteger a conductores y los niños. Buena para personas que trabajan como taxistas, camioneros, transportistas, conductor de ambulancia, etc…
San Cristóbal es el Santo Patrón de los conductores, este Polvo Esotérico San Cristóbal es ideal para ponerlo antes de realizar un largo viaje o unas vacaciones.
Para los cristianos, San Cristobal es tanto el santo patrón de los viajeros como el protector de los niños. Etimológicamente, Cristóbal significa «el que lleva a Cristo».
Sin embargo, resulta curioso descubrir que el nombre real del santo es Ofero (también llamado Opherus o Offerus), quien por lo visto perteneció a una familia real de Canaán o Arabia y que además destacaba por su imponente planta y su fuerza.
Según la leyenda, sirvió al nuevo rey de su país hasta que lo vio asustarse ante la mención del diablo. Por eso, decidió buscar al diablo para que le sirviera. En este punto se encontró con una banda de delincuentes.
Uno de estos criminales fingió ser el mismo diablo y Ofero se dispuso a prestar sus servicios. Pero muy rápidamente, vio que el diablo tenía miedo de la cruz. Entonces se dio cuenta de que en realidad temía a Jesús, al que luego decidió servir.
Como habrás comprendido, San Cristóbal solo se puso al servicio de los más fuertes , sin duda para asegurarse de ganar.
En su búsqueda de Cristo, se cruzó con un ermitaño que le explicó todo sobre la fe cristiana. El ermitaño le dijo que para servir a Jesucristo hay que rezar y ayunar. El hombre robusto acostumbrado a usar su fuerza física consideró que esto no le convenía en absoluto.
Por tanto, el ermitaño le ofreció otra alternativa, la de ayudar a la gente a cruzar un río tumultuoso y es así como San Cristóbal llevó a un niño sobre sus hombros, acompañado de un palo en la mano.
Pero a diferencia de las personas a las que había estado ayudando hasta entonces, el niño pesaba más a medida que cruzaban el río. Los dos casi se ahogan en varias ocasiones. San Cristóbal, por tanto, luchó por hacerle cruzar las aguas revueltas, pero consiguió hacerlo de todos modos.
Durante este peligroso viaje, el niño le dijo que llevaba el peso del mundo sobre sus hombros. El niño se presentó a Ofero como Jesucristo, su rey. Fue allí donde se convirtió en Patrón de los viajeros.