El trisquel celta, más que un talismán

Un amuleto es un objeto, animal, vegetal o mineral que se puede llevar encima fácilmente, que atrae la buena suerte y ahuyenta las desgracias. Estos objetos pueden ser naturales o creados por el hombre. Muchos son tan poderosos que pueden reconducir tu vida llevándola al camino de la buena fortuna. Entre los talismanes más eficaces está el trisquel, también conocido como triskel, o triskelion. Este símbolo celta representa el aprendizaje perpetuo y la eterna evolución. Está formado por tres brazos de la misma longitud y en espiral con giros dobles que convergen en un punto central, creando una hélice.

Los brazos del trisquel pueden estar orientados a la izquierda o la derecha. En cualquier caso simbolizan la unión de tres elementos fundamentales del universo celta: Tierra, Agua y Aire. Y sus espirales el pasado, presente y futuro como un tiempo continuo. El círculo exterior representa la unidad y la naturaleza cíclica de las cosas. La idea de que todo vuelve a comenzar permanentemente. También simboliza las tres Edades del Hombre: niñez, madurez y vejez. En total, el trisquel está formado por nueve elementos, 6 espirales y tres círculos interiores. Todo ello encerrado en un círculo.

Además de ser un poderoso talismán, llevar un trisquel contigo equilibrará tu energía corporal lo que te ayudará a superar cualquier trastorno psíquico o físico. Tendrás más salud,El trisquel celta, más que un talismán bienestar y protección.

Origen y significado del trisquel

Pese a que el trisquel que más se conoce y que da origen a un amuleto es el trisquel celta lo cierto es que se trata de un símbolo ampliamente usado por numerosas culturas de todas las épocas. Es reconocible en el símbolo del kundalini hindú, en el árbol de la vida de la cábala  e incluso en el escudo de la Isla de Man y en el de Sicilia En la ciudad prerromana de Iliberis se encontraron monedas y grabados en piedra con un trisquel. Estos grabados han aparecido también en el norte de España, todos de origen prerromano.

También en Japón existe un engimono llamado mitsu domo que se basa en la misma idea del trisquel. El mitsu domo simboliza la rueda solar, el curso del sol a lo largo del día. El continuo ciclo de los días y las noches. Además de ser un elemento de protección también atrae la suerte y aporta armonía y felicidad durante el día.

En la cultura celta, el trisquel solo podía ser portado por los druidas ya que era un símbolo sagrado. Para ellos este objeto representaba el equilibrio entre el principio y el fin; entre cuerpo, mente y espíritu; entre el pasado, el presente y el futuro. Pero además el trisquel representa los cuatro elementos creadores de vida. Los brazos representan aire, tierra y agua y el círculo exterior, el fuego. La evolución del ser humano en la niñez, madurez y vejez, de un pueblo en el que druidas, guerreros y trabajadores unían sus fuerzas para avanzar hacia el futuro. En algunos rituales este talismán representaba las diferentes manifestaciones de la diosa Brigitt: anciana, doncella-niña-hija y madre-hermana. También podía representar a cada uno de los dioses de la noche Taranis, Teutates y Ésus.

Usos del trisquel

El trisquel cumplía diferentes funciones dentro de la cultura celta. Así, como ya he dicho, se usaba en rituales como representación de algún dios y para entrar en trance. Para ello los druidas fijaban su mirada en el trisquel mientras se concentraban. Después empezaban a trazarlo lentamente mientras establecían comunicación con dioses, espíritus de la naturaleza y antepasados. También como amuleto de protección con el que el druida recibía el amparo de los dioses y gracias al que se convertían en un ser sagrado. Un druida podía asimismo, usarlo como herramienta de sanación colocándolo encima de la zona afectada por algún trastorno.

Con un trisquel un druida experimentado podía invocar tormentas, males para dirigirlos contra otros y tempestades. Pero también podía servirle para traer la paz y la armonía a una comunidad. Este poderoso talismán era también un vínculo con el Más Allá pues guía a las almas para que se unan a sus antepasados en el otro mundo.

Colgante trisquel circular plateado

Propiedades mágicas de este amuleto

Hoy en día llevar un trisquel celta te protegerá de males externos e internos. Te traerá paz y prosperidad y equilibrará tu energía corporal. También te ayudará a superar trastornos psíquicos y físicos con lo que tendrás más salud y bienestar. Es un símbolo de buena suerte que aleja el mal de ojo y a los malos espíritus.

Por su forma circular tiene el poder de generar energía positiva que neutraliza lo que pueda perjudicarte tanto física como espiritualmente. Sus espirales que da la sensación que fluyen dentro del círculo son la expresión del equilibrio y del poder de dar y recibir que debe estar presente en la vida.

No olvides que para que tu amuleto funcione correctamente la primera vez que lo recibas tienes que limpiarlo y cargarlo de energía. Piensa que hasta que llega a tus manos el trisquel habrá pasado por varias personas (el artesano, el vendedor, la persona que te lo regala…) que lo habrán cargado con sus vibraciones. Y estas pueden ser positivas, pero también negativas. Para limpiarlo simplemente pásale un paño blanco de algodón. 

Para cargarlo energéticamente déjalo a la intemperie una noche de luna llena, donde le pueda llegar la luz de la luna. Tras esto ya estará tu trisquel preparado para traerte suerte, salud y abundancia.

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