Velas para usos mágicos y esotéricos
Uno de los elementos más comunes en rituales y actos mágicos son las velas. Estas, junto con los inciensos, pueden usarse tanto como parte integrante del acto en sí o simplemente como acompañamiento para invocar a las fuerzas de la naturaleza. El tipo de velas que se usan en estos casos reciben el nombre de velas esotéricas para diferenciarlas de las que se utilizan para otros fines como las velas usadas para meditar, para alumbrar o simplemente por estética. Cuando las velas se encienden para el esoterismo y la magia, se convierten en valiosas herramientas. Puesto que, además de invocar a la naturaleza, favorecen la meditación y crean una atmósfera mística que propicia la realización de cualquier acto mágico.
Las velas representan, simbólicamente, los cuatro elementos: aire, agua, tierra y fuego. Además, en ellas están contenidos todos estados de la materia: sólido con la cera y el pabilo; líquido con la cera cuando se derrite; gaseoso con el humo que desprende cuando arde y energético con la llama. Su color, el material y la forma atraen influencias cósmicas a nuestro alrededor. Además, es un símbolo de energía, creatividad, protección y poder. Su luz sosiega el alma y el espíritu. Por ello, cuando se prenden velas, se establece una mágica conexión entre la tierra y el cielo. De ahí que las velas sean tan apreciadas para practicar rituales.
Aunque encender una vela es un acto sencillo y sin trascendencia, cuando se usan velas para rituales hay que seguir una serie de normas para que desplieguen todo su poder y puedan ser útiles para nuestros fines. El hecho de encender las velas ya es un acto de magia en sí mismo. Si vas a realizar un hechizo o tan solo una petición es importante que estés inspirado, concentrado y libre de toda impureza. Antes de encender una vela en cualquier acto esotérico hay que tener claro el objetivo que se persigue. Es decir qué quieres conseguir. Esto es importante porque para que la vela sea útil, tienes que tener saber qué quieres y para qué porque la eficacia el acto mágico depende de tu poder mental y tu fe. Así, antes de preparar las velas, tendrás que tomar un baño, vestir ropas limpias y estar tranquilo y concentrado.
Para usar una vela en un acto mágico primero hay que consagrarla. Es decir, hay que ungirla con un aceite determinado y después, vestirla Lo cierto es que no siempre es necesario consagrarla pero es muy recomendable hacerlo para que se potencien los efectos del ritual. Consagrar una vela significa impregnarla a nivel energético para mejorar un aspecto determinado de tu vida. Es decir, las velas consagradas están impregnadas con tu energía y pensamientos. Están preparadas para conseguir un determinado objetivo en el que has puesto tus ilusiones que te hará ser más feliz por lo que la has impregnado de tus emociones. Esa vela es en ese momento una representación de tu yo interior.
Preparación de las velas para usos esotéricos
Para ungir las velas para rituales hay que impregnarlas con aceite. Si en el ritual no se especifica qué aceite usar, unge la vela con aceite de oliva o un aceite neutro como aceite de bebé o vaselina líquida. Cuando enciendas la vela, desprenderá el olor del aceite de unción que hayas usado, así que si eres alérgico o muy sensible a un olor conviene tenlo en cuenta. La unción potenciará los efectos de la vela, por lo que el aceite deberá extenderse sobre toda su superficie. Si puedes unge tus velas cuando la luna esté en cuarto creciente lo que potenciará al máximo su poder.
Las velas se frotan de arriba a abajo si quieres atraer las energías hacia ti y de abajo a arriba si quieres alejar algo de ti. Por ejemplo si quieres atraer el amor, frota el aceite de arriba a abajo. Si quieres alejar la envidia deberás frotarlas en sentido contrario. Puedes empezar a ungir la vela empezando por la punta, por el pie o por el centro, cualquier manera es válida.
Te recuerdo que lo más importante es tu estado mental mientras unges la vela. A medida que frotas el aceite en la vela, debes estar visualizando tu intención y mentalmente transmitiendo tu energía a la vela. Hazlo durante un par de minutos, primero con la mano derecha y luego con la izquierda, hasta que sientas que la vela está suficientemente cargada.
Vestir las velas
Una vez ungida la vela debes proceder a vestirla. Vestir una vela consiste en escribir en ella el deseo o petición que harás con tu ritual. A veces con escribir tu nombre o el de la persona que va a recibir el beneficio del ritual es suficiente. Para vestir la vela puedes usar un alfiler. La cera que caiga al escribir en la vela deberás recogerla y usarla para tapar lo que hayas escrito. Si no puedes porque hay muy poca cera o se te ha caído, usa vera de otra vela. Con esta operación reforzarás el poder de la invocación.
No es imprescindible que todas las velas para rituales estén vestidas pero si es muy necesario que estén ungidas porque es una manera de purificarlas y darles un carácter sagrado.
Aunque no es imprescindible existen algunas sustancias que ayudarán a que tu vela sea más eficaz. Dependiendo del tipo de ritual que vayas a hacer deberás espolvorearla después de haberla vestido. Así, si quieres pedir dinero espolvorea una mezcla de canela, azúcar, menta, nuez moscada, laurel y albahaca por encima de tu vela. Si vas a hacer un ritual de limpieza mezcla un poco de salvia, romero y pimienta y espolvorea la vela. Para rituales de amor usa una mezcla de pétalos de rosa, jazmín, azúcar, lavanda y vainilla. Para conjuros de salud espolvorea sobre tu vela un poco de melisa, pino, madreselva y manzana.
Ten en cuenta que…
Como las fuerzas que se invocan durante un acto mágico son naturales se recomienda utilizar velas hechas con elementos naturales como ceras vegetales. Estas últimas perturbarían la armonía del ritual. Del mismo modo para encenderlas usa un elemento hecho de materiales naturales. Encendedores electrónicos y otros elementos artificiales interferirán en el buen desarrollo del ceremonial. Por eso, se recomienda encender las velas con una cerilla de madera, aunque si no tienes de madera puedes usarla de cera. Puedes encender una vela con la llama de otra, siempre que cojas la vela que sirve de encendedor con las dos manos.
Cuando debas apagar las velas tendrás que hacerlo con un apagavelas, o con una cuchara pequeña. No lo hagas soplando, pues estarías quemando en la llama de la vela tu aliento interior. Tampoco debes usar la misma vela para diferentes actos mágicos. Es mejor dejarlas consumir completamente aunque ya se haya acabado el ritual. Es importante que la vela encendida con una intención específica no se use para pedir otra cosa.
Existen dos tipos de velas para usos esotéricos. Las que se caracterizan por tener un color específico para mover las energías que se quieren canalizar y las que tienen una forma específica que refuerza el propósito del ritual que se va a realizar.